jueves, 27 de noviembre de 2008

orquidea


La relación entre los ecosistemas y sus habitantes es a veces tan estrecha que los primeros llegan a crear a los segundos. Es el caso de una orquídea muy particular, conocida como la abejera de Almaraz (Ophrys apifera var. almaracensis), una subespecie que surgió como variante de la más extendida orquídea abeja (Ophrys apifera), en un terreno calizo en el entorno del municipio de Almaraz. Uno de sus descubridores, el botánico José Luis Pérez Chiscano, deja muy claro que la aparición de esta variante no se debe a la presencia de la central nuclear en el municipio cacereño, sino a que se ha adaptado a los suelos calizos del cerro en el que florece. "La familia de las orquídeas sigue evolucionando y todavía se dan casos de mutaciones como éste, en el que a simple vista la pigmentación ya es diferente de la especie madre", señala Pérez Chiscano.

1 comentario:

nohelis dijo...

" Te felicito vas muy bien suerte :) acuerdate mio "